domingo, abril 15, 2007


La casa natal

Desde hace 472 años Lima florece a orillas de las aguas frías del Océano Pacifico, despertando majestuosidad en la capital inca, colonizada, criolla, chola, mestiza, andina, pluricultural.

Capital de tapadas, exóticas limeñas, corridas de toros, peleas de gallos, turrón de doña pepa, tierra del pisco, la flor de la canela, mazamorra morada, picarones, anticuchos, pollo a la brasa, ceviche, talentos , tantos como García Zarate que el sentir de su guitarra acompaña al provinciano limeño, a tantos que hacen memoria de sus raíces, porque limeños o no, todos somos peruanos.
Tenemos una misma historia, nuestra evolución se inicia en una Lima conquistada por españoles, La Ciudad de los Reyes , denominada así por Francisco Pizarro el 18 de enero de 1935 .
La elegancia y gala limeña hace que sea también distinguida con nombres como “La perla del Pacifico”,“La tres veces coronada villa”, “La ciudad jardín”, entre otras distinciones.
Lima antes de la llegada de Pizarro fue controlada económicamente por el Curaca Taulichusco señor del valle y su residencia quedaba justamente donde hoy es Palacio de Gobierno, desde ahí vigiló las mayores obras hidráulicas levantadas en el Perú y que abastecía con agua a zonas de cultivo desde el río Rímac hasta los acantilados de hoy la Costa Verde.

De esta manera no sólo se cambio nuestra estructura política y administrativa sino también adquirimos costumbres urbanas y religiosas que pronto fueron calando a fondo en la cultura del hombre andino.
Por nuestra casa natal pasaron culturas como los Lima, Chavín, Aymará, Wari, Muchik y otros dejaron constancia de su presencia en sus construcciones. Tenemos también legados en distritos de Miraflores, San Isidro, Pueblo Libre y Chorrillos, y forman parte de nuestro patrimonio cultural , Huallamarca, Pucllana, Mateo Salado, Maranga y Armatambo, que pese al paso del tiempo mantienen su origen.

El valle del de Cieneguilla al este del Rímac, donde está ubicada la capital, era uno de los parajes más hermosos de la costa con un total de veintidós pueblos, cuatro tambos, dos pesquerías en el Callao y Chorrillos, así como dos fortalezas enclavadas al norte y al sur de Lima, Kolliqe y Atoqkunka. También se pueden encontrar nuestros antepasados en Lurín y Pachacámac al sur y en Huaycán Lima, casi todas ellas con alto contenido religioso pues servían como centro de adoración a sus dioses.
Se calcula que habitaron unas cincuenta mil personas dispersos por toda la comarca, estos grupos de pobladores ocupaban, aparte del valle del Rímac, los valles de Lurín y Chillón.

Pero los cronistas relatan también que los españoles llegaron con dos médicos graduados en universidades de Europa fueron ellos quienes acompañaron a Almagro, uno de apellido Marín (1533), otro llamado Hernando Enríquez (1536).

Desde los primeros años de la Colonia el intercambio cultural era amplio entre peruanos maestros, alumnos y las principales universidades de Francia, España e Italia registrándose médicos de origen y formación francesa que desde entonces ejercieron notable influencia.

Pero un nuevo sismo cultural sacudió nuestro país en el Siglo de las Luces, donde el Perú se convirtió para Francia en la atracción del prestigio intelectual e ideológico renovador de la cultura francesa.
En las páginas del Mercurio (1791-1794) se destacan sus redactores era visible el decoro e inquietudes cartesianas de José Hipólito Unanue (1758-1833), quién rebasó el culto a las letras hacia el campo de la ciencia médica.
Los índices de la revista registran multitud de autores franceses, como lo revela el profesor Jean Pierre Clément de la Universidad de Poitiers. Años antes, Pedro Peralta y Barnuevo (1670-1748), sabio sedentario y barroco, logró dominar la lengua francesa hasta verificar erudición severa y abarcó ciencias físicas, naturales y médicas, con acopio abundante de bibliografía enciclopédica.
Viajeros como Amedeé Frezier y Louis Feuillée sembraron la semilla del cultivo de las letras en ciencias de una Francia moderna pero las obras francesas fueron prohibidas por significar peligrosas para la estabilidad de la colonia española.
Sin embargo el intelectual peruano de la época Pablo de Olavide (1725-1803), llegó a poseer desde sus años juveniles ejemplares clandestinos de obras francesas y más tarde en España tradujo buena parte del teatro clásico francés.
El surrealismo francés destacó en el país con autores como Xavier Abril. (1905-1990), Cesar Vallejo (1893-1938), Jose Carlos Mareátegui (1894-1930)
De esta manera la arquitectura y estilo de la epoca se vieron influenciadas como se distingue aún en casonas limeñas de la Colmena, la Plaza Francia, la Casa Goyoneche o Rada, el Cine Paris, el Palais Concert edificio Art Noveau (donde se reunía la antigua aristocracia de Lima), el famoso Palacio Frances,la casa Barranco, el Palacio de Torre Tagle, entre otras que simbolizan el esplendor y el boato de vida virreinal.
En 1926 el Presidente Augusto B. Leguía encargó al arquitecto francés Jean Claude Antoine Sahut Laurent el diseño del nuevo Palacio de Gobierno siguiendo con el estilo frances de la época.



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