“De la música, su encanto”
si siempre lo volverás hacer,
ya no quiero más, ya no quiero más sufrir,
me engañaste, que se puede hacer.
Una carta me llegó, un viernes por la noche,
Una carta me llegó, un viernes por la noche,
en ella me decías que estás arrepentido,
Que te perdone, que te perdone Dios,
Que te perdone, que te perdone Dios,
porque yo, yo no te perdono..."
Rossy War, cantautora peruana de música tropical.
Recordando un poco la historia musical peruana escribiré que durante los años 50 hasta, los 70 aproximadamente, Lima presentó los mejores exponentes del Vals Criollo, los escenarios de los mejores centros culturales limeños se llenaron para escuchar la música criolla, que si bien, el vals proviene de Europa y se propagó por todo América, éste mismo género musical obtuvo su propia personalidad y reconocimiento internacional.
La música criolla concentró los mejores talentos, el sentimiento indómito en letras que estampaban la identidad cultural de una Lima de antaño, un estilo distinguido propio de su expresión musical. Este legado nos otorgó Felipe Pinglo Alva, entre las composiciones más difundidas están "El Plebeyo", "El Huerto de mi Amada", "Mendicidad", "Sueños de Opio", "El Canillita", "Pobre Obrerita", "Pasión y Odio", entre otras más destacándose en voces como Lucha Reyes, Chabuca Granda, Luís Abanto Morales.
Pero en 1968 el Perú pasa a un gobierno dictatorial y socialista con el auto mandato de Velasco Alvarado quien realiza un golpe de Estado al gobierno del Presidente Fernando Belaunde Ferry (AC) siendo los provincianos quienes emigran a Lima en busca de una oportunidad de desarrollo, debido a que la producción agraria prácticamente había desaparecido. Es una Lima afrancesada, elitista, que avanzaba al compás de la clase empresarial, quienes luchaban contra la dictadura de Velasco. Es entonces como el provinciano es flagelado por la exclusión social.
En medio de estos conflictos etnoculturales el provinciano es motivado a seguir sus propia identidad cognitiva e impone su nuevo género musical, un ritmo autóctono, en una Lima aún señorial, esta música proveniente del nororiente, naciendo una explosión rítmica, mezcla del pasillo y cumbia, al que se le denominó música tropical, pronto centros masivos de concentración regional estarían lleno de pintas multicolores que fueron cubriendo a la sobria ciudad.
La música tropical causo un éxito rotundo en la voz de Chacalón, quien triunfa con su tema “El provinciano” llenando los ambientes más populares de la capital. Es como tras el vals nace la música tropical.
La tierra del oro y la canela, añorada esta vez no sólo por inmigrantes conquistadores, internacionales, sino también por el peruano provinciano, que trabajaron en la explotación de yacimientos mineros y petrolíferos, que se encontraban en su mejor momento. Más tarde surgió el éxito: “La danza del petrolero” y Muchachita del oriente” en voces del grupo Los Mirlos. Es importante destacar que esta tendencia vernacular de la música tropical andina ya existía en el interior del país, con propios cantautores de cada pueblo, pero que triunfaron en la capital, en la nueva Lima pluricultural de los años 80.
La capital nunca ha terminado de aceptar a los inmigrantes regionales, pero la música tropical triunfó gracias a los provincianos de la época y sus mejores compositores han alcanzado el éxito a nivel nacional como internacionalmente, no solo por su ritmo y utilización de instrumentos de percusión de mano, guitarra eléctrica, acordeón y timbales, sino porque su baile recoge exóticos movimientos y pasos bailabes provenientes del oriente amazónico.
La aceptación de la audiencia continuó para el grupo Los Mirlos con su tema “Dile que anoche estuviste conmigo” “Paloma ajena”, al que le siguió el grupo Los Destellos con su tema “Traicionera”, entre otros temas más.
Unos años más tarde, al cierre del milenio, el grupo Agua Marina, sigue los pasos de la historia tropical andina y triunfa con su éxito “Tu amor fue una mentira” siempre con influencia de la música del nororiente peruano.
La aceptación de la audiencia continuó para el grupo Los Mirlos con su tema “Dile que anoche estuviste conmigo” “Paloma ajena”, al que le siguió el grupo Los Destellos con su tema “Traicionera”, entre otros temas más.
Unos años más tarde, al cierre del milenio, el grupo Agua Marina, sigue los pasos de la historia tropical andina y triunfa con su éxito “Tu amor fue una mentira” siempre con influencia de la música del nororiente peruano.
Ese mismo año Rossy War, destacó por innovar con la Tecno-cumbia, un ritmo que acopla instrumentos andinos con arreglos electrónicos y triunfa en escenarios nacionales como en el exterior con su tema “Que te perdone Dios”, siendo también un éxito rotundo posicionándose como disco del año 2000 en Lima.
Esta tendencia rítmica de Tecnocumbia le siguieron importantes cantautoras como Ada, Ruth Karina etc. La música tropical se posesionó como nuevo género musical de bandera en todo Latinoamérica, es conocido y bailado no sólo en Perú sino en mercados europeos como Francia, Bélgica, Londres e Italia donde no es nada difícil encontrar música tropical peruana en alguna discoteca o bar de ingreso a nacionales europeos.